En casa…. En familia… el reto del perdón en tiempo de cuarentena.
- Carmary Torrales
- Jun 20, 2023
- 3 min read
Updated: Aug 3, 2023
*Escrito durante COVID19*

Nos encontramos adentro. Algunos trabajando desde casa, educando desde casa, inventando recetas nuevas, limpiando, recogiendo, arreglando o buscando aplicaciones geniales que nos faciliten esta nueva forma temporera de vida.
Y ahí te encuentras, rodeado de las personas con las que pasas tu vida al ser una familia. Ciertamente te dijeron que habría tiempos difíciles, te contaron historias e incluso haz vivido ya algunas de ellas tú mismo/a. Mas “nadie” nunca te había preparado para la cuarentena en casa. Rodeado de aquellos que amas, más al mismo tiempo de aquellos que consciente o inconsciente te sacan de concentración y alegría con solo algunas palabras, actitudes o simplemente haciendo nada.
Entonces, ¿cómo podemos manejar esta dualidad de amor a la familia e intensidad de convivencia en este tiempo? Pareciera que hay millones de contestaciones.
Algunas pudieran ser: ignorarlo, cambiar el tema, encerrarte en el cuarto, ver Netflix, jugar, leer, navegar en internet, ignorar algunas cosas, respirar profundo y mantener la calma. Todas estas son buenas opciones y van a funcionar de alguna u otra forma como remedio temporal, lo cual no está mal. Evitar hacer comentarios dañinos es una buena opción ante una situación tensa y requiere mucho dominio propio, jugar te va a entretener y te sentirás feliz otro rato, leer te puede llenar la cabeza de ideas de como debes vivir en este tiempo.
Más hay una que acompañada de otras debe encabezar nuestra lista. El perdón. Sí ese perdón que Jesús nos dió al morir en la cruz por nuestras faltas/pecados o como le decimos a los niños: las cosas que hacemos que no son la voluntad de De Dios. En Juan 2:2 dice: “Él mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.” Esa última frase “no solo los nuestros sino también los de todo el mundo” … es también para nuestra familia. Para ese en nuestras casas que abre la nevera cada 20 minutos en busca de que comer, para ese que tiene el televisor tan alto que no puedes concentrarte, para ese que pide y pide esto y lo otro, para ese que no ha recogido sus juguetes aún. Por cada uno de esos detalles y más Jesucristo dio su vida en perdón de pecados y faltas. Entonces cuando nos encontramos en la difícil situación de tener que lidiar en un momento incómodo o no deseado con nuestras familias primeramente el perdón, aun el que no nos han pedido, es el que debe mover y dictar nuestra forma de actuar.
Es un tiempo distinto, propicio de actuar distinto, de caminar distinto y de amar distinto. En este tiempo no va a funcionar nuestro intento de amar sin intensidad de convivencia. (Nunca debería ser así, solo que a veces la vida y el afán nos pasa por encima y no tenemos tanta oportunidad para interactuar en casa.) Así que es una buena oportunidad para que practiquemos como familia el perdón constante y de ahora en adelante lo hagamos una forma de vida inquebrantable en nuestros hogares. Créanme que ese paso cambia muchos procesos lacerantes y estoy segura de que Dios los redime a través de la sangre preciosa de Jesucristo.
Detente hoy un tiempo con tu familia y hazles un llamado a estar conscientes de perdonarse unos a otros. Invítalos a conocerse mejor, no des por sentado que lo que estás pensando es la única cosa que realmente está sucediendo en la mente y acciones de esa persona. Además de tener nuestro tiempo individual con Dios, permitámonos entendernos mejor como familia, oremos más tiempo juntos, leamos la Biblia juntos, reflexionemos sobre ella juntos. Aprovechemos este tiempo para permitir que Cristo entre en nuestro hogar, revuelque en nuestro interior, y nos permita ver qué cosas debemos entregarle y entreguémoselas con todo lo que implique. Atrévete a perdonar y pedir perdón, enseña a los tuyos a perdonar y pedir perdón sin enfrascarse en el detalle ni la causa. El amor a la familia y la intensidad de convivencia nos acompañarán este tiempo y toda nuestra vida, más el estar conscientes de que somos perdonados a través de Jesucristo y caminar de una forma REAL con Él, sin tratar de arreglar o tapar nosotros todo, para evitar momentos difíciles, hará real Filipenses 4:7 en nuestras vidas.
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.”
Aprovechemos el regalo que Dios nos da en medio de todo esto para estar “menos ocupados “y edifiquemos nuestros hogares, haciendo viva y activa cada una de las invitaciones que Él nos da a través de su Palabra para transformarnos.
“Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo.”
Efesios 4:3
Comments